El año pasado mi hermana me regaló estos sellos de galleta para mi cumpleaños, y desde entonces he tenido muchas ganas de estrenarlos. Con la llegada de Mentita a casa me he animado a probar recetas nuevas, y decidí estrenar los sellos con unas galletitas de mantequilla que, contra todo pronóstico, salieron deliciosas y con una textura estupenda.

Galletas de mantequilla decoradas con sellos

Ingredientes

• 225g de mantequilla a temperatura ambiente.
• 175g de azúcar glas.
• 1 huevo mediano.
• 1 cucharadita de esencia de vainilla.
• 500g de harina.
• 1 pizca de sal.

Elaboración

1. Tamizamos la harina con la sal y lo reservamos para más adelante.
2. Integramos el azúcar con la mantequilla blanda hasta formar una crema suave y homogénea. Yo lo hice con Mentita, a velocidad media.
3. Agregamos a esta mezcla el huevo previamente batido con la vainilla e integramos perfectamente.
4. Vamos agregando la harina poco a poco a cucharadas, hasta que la masa no sea pegajosa.
5. Si estábamos haciéndolo a máquina como lo hice yo, acabamos de amasar a mano para unir bien la masa y formamos una bola.
6. Cubrimos con film transparente y dejamos reposar 1 hora en la nevera.
7. Pasado este tiempo, estiramos la masa con un rodillo sobre una hoja de papel de horno (esto es importante, especialmente si vais a usar sellos, ya que facilita el trabajo de despegarlas de la mesa sin destrozar el dibujo) y le damos el grosor deseado, en mi caso lo hice a ojo, debían de tener medio centímetro aproximadamente. Si es necesario, una vez estirada la masa, la dejamos enfriar un poco en la nevera antes de formar las galletas, para que la masa no esté demasiado blanda.
8. Si, como yo, tienes sellos para galletas, te recomiendo que los utilices antes de cortar las galletas, y así quedarán más perfectas. Yo puse el sello sobre una porción de masa estirada y apreté ligeramente (no en exceso porque entonces podemos llegar a marcar demasiado y la galleta se rompería al quedar demasiado fina en algunos trozos). Con cuidado realizamos unos movimientos suaves de lado a lado para despegar el sello y lo levantamos, y voilà!, ya está sellada.
9. Ahora cogemos un cortador de galletas (o con un cuchillo, en su defecto) y vamos cortando las galletas y las vamos colocando en una bandeja de horno con papel encerado. Las enfriamos 10 minutos en la nevera.
   
   
   
   
10. Estos 10 minutos aprovechamos para precalentar el horno a 200ºC.
11. Horneamos las galletas durante 7-10 minutos o hasta que obtengan el toque de dorado que prefiramos.
    
    

Consejos

• Por supuesto, mientras se hornean podemos seguir preparando galletas, ya que esta receta da para unas 30 (una bandeja y media aproximadamente).
• Cuando tengamos la masa estirada y hayamos sacado las galletas cortadas, volvemos a hacer una bola y de nuevo estiramos la masa y volvemos a empezar hasta terminar toda la masa. 
• No dejes de enfriar la masa todas las veces que creas necesario para trabajar cómodamente con ella. Yo la hice en verano y por eso lo necesité más veces, tal vez si lo haces en invierno te baste con la primera vez.
• Para la última galleta decidí hacer una bola con la masa y aplastarla directamente con el sello. Lo retiré con cuidado y quedó una galleta muy bonita, sellada pero con los bordes cuarteados, totalmente rústica. Fue la única manera de sellarla, ya que si lo intentaba con la masa estirada, al ser sólo una galleta sin bordes no podía retirarla sin romperla. La verdad es que quedó preciosa.